Sus asesores le pidieron que no lo hiciera.
Faltan dos meses para que Donald Trump abandone la Casa Blanca y, tras confirmarse su derrota en los comicios, el actual presidente le consultó a su círculo más cercano de funcionarios si podía tomar medidas en contra de una central nuclear iraní. La razón, aseguran, fue un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), que le reveló al mandatario que Irán seguía almacenando uranio.
De acuerdo a lo publicado por The New York Times, sus principales asesores lo instaron a abandonar la idea. Entre quienes convencieron al presidente el pasado jueves en la Oficina Oval se encontraban el vicepresidente, el secretario de Estado, el secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor.
Sin confirmación oficial, se especula que el ataque se habría dirigido a la central ubicada en la ciudad de Natanz. Según el diario estadounidense, los funcionarios advirtieron a Trump que una acción de esas características podría desatar un conflicto aún mayor y afectar las relaciones del gobierno con el país asiático.